La noche cuando se escondió la luna,
almas frías legaron soledad,
a camada tomada de su cuna,
cuyo calor revive en libertad.
Hoy retozan en verdor por fortuna,
con los niños se prodigan bondad,
escogieron mirar flores a la una,
del Edén que hicieron su heredad.
De la gente sensible son bandera,
los gatos mezclan castas y blasones,
de la vida nacida en primavera.
Adoptarlos el buen mundo espera,
Miraflores les compone canciones,
donde un abrazo abrigarlos pudiera.